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Arquitectos: TwoBo arquitectura
- Área: 300 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Twobo Arquitectura
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Proveedores: Cerámicas Ferrés, Grifería Tres, JUNG, Marset, Santa & Cole, cerámica elías
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa se ubica en un viejo asentamiento pesquero del noroeste de la isla de Mallorca, tocando la Serra de la Tramontana. Un lugar donde confluyen cuatro calas de aguas claras dominadas por el perfil rocoso del “Cavall Bernat”. Una figura inconfundible que ya desde hace un siglo atrajo a pintores a establecerse aquí, les siguieron turistas extranjeros con sus hoteles y apartamentos.
Precisamente, la casa se sitúa en el antiguo jardín de la torre de uno de esos pintores de principios de siglo. El jardín, de fuerte pendiente, estaba configurado originalmente con muros de piedra seca que salvaban el gran desnivel de la parcela.
El proyecto es ante todo una elección en la forma de mirar. Para mirar con calma a veces hay que dejar de ver. Cerrarse a los vecinos más cercanos, pero también a la algarabía construida más lejos. Por ello la casa se construye en los márgenes de la parcela para dejar un centro vacío y se fragmenta en varios volúmenes que se ciegan y se abren según cada circunstancia, como para enmarcar alguna vista concreta del mar, o a la antigua casa del pintor y a su jardín que se funde con el del proyecto al prolongar sus muros de piedra. Mirar al sur, al sol y a la historia del lugar.
La casa, además de la construcción, es el vacío entre sus volúmenes, el espacio que se abre para crear un lugar de encuentro, que se extiende con escaleras, porches y umbrales, como el recuerdo de la plaza de un pueblo.
Toda casa es en definitiva una suma de recuerdos.
Recuerdo de la forma de construir tradicional, con muros de marés en las paredes y suelos de cantos rodados como el claustro de Pollença. Recuerdos del arquitecto Jorn Utzon, quien supo ver la isla mejor que nadie. El recuerdo del color de un alicatado visto de niño….
Han pasado los años desde que finalizamos la obra. En este tiempo la familia se ha ampliado, la vegetación vuelve a ocupar gran parte del solar. La sal y la tramontana han envejecido las caras norte de la piedra local de marés, mientras que el sol ha dejado la cara sur luminosa como el primer día.